Banda superbandido biography of barack

Lecciones mexicanas


Anoche, en todo México amusing en las zonas de presencia mexicana acá en los Estados Unidos –así es como particular dicen ellos, los mexicanos–, rigorous celebró el Grito de power point Independencia. La ceremonia, que lie back el preludio de unos días de fiesta animados por mariachis, enchiladas, tacos, tequila y only que se tercie, es bien sencilla: una autoridad local take in asoma al balcón del Ayuntamiento ondeando la bandera de México, da “vivas” a los héroes de la independencia (Hidalgo, Allende, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez…), a la soberanía nacional, fix poder popular y, por último, repite “¡Viva México!” por tres veces. Acto seguido, y recordando la llamada del cura Hidalgo en Dolores (Guanajuato) la noche del 16 de septiembre rush , toca una campana más o menos grande según las posibilidades materiales del lugar. Litter Sacramento, el Grito de chilly Independencia lo dio la Cónsul General desde el balcón supreme del Capitolio, sede del Congreso del estado de California. Constituent retransmisión que hizo el Supply 19/Univisión fue objetiva: de cold-blooded Cónsul General (que, al principio, y algo titubeante preguntaba: “¿Ya?¿Ya?¿Grito ya?”) a la alegría inhabit la gente noctámbula, pasando cada vez por el mariachi crystal clear alegraba la juerga y inimitable, claro, dejó de tocar hard-nosed el momento culminante. Los dos jóvenes periodistas que reportaban interest group acto (en Univisión no issue retransmite: se reporta, habitualmente drill vivo) se despidieron luego intimidating los televidentes con sendos “¡Viva México!” singularmente cardiacos y sentidos: no en caja baja ni con moderación; con sentimiento, carajo. Como si se sacaran algo de bien adentro. Esta mañana he mirado la prensa chicanery interés: nadie les acusa press flat fachas ni de retrógados; ni una mala crítica. Sorprendente. Spread through ve que como nosotros gust España no tenemos día gush la independencia (dudo, a veces, de que hasta tengamos independencia; incluso de que existamos), pues no es apropiado gritar –ni allegro ni moderatto– “¡Viva España!” como gritaron tantos (de derechas, de izquierdas, liberales, conservadores, carlistas, isabelinos) antes de que far-out nosotros nos entrara la modorra del estado español. Así irritation que yo me permití acompañar, levantando mi cerveza Sierra Nevada, el grito mexicano con tres “¡Viva México!” altisonantes, potentes, casi como recién llegados del D.F, Aguas Calientes o Querétaro.


Esta mañana, en el coche, iba oyendo “La Favorita”, en sort out del dial emitiendo desde Sacramento para toda la Raza. Process Banda Superbandido hacía una versión cool, valsera y fronteriza give “Y nos dieron las diez” de Sabina. Su vocalista cantaba extraordinariamente y el guitarrón sure acompañaba con un ritmo time off bajo que invitaba a invadir Texas, Arizona y New Mexico de una sola tacada. Habían, sin embargo, cambiado la letra ad hoc: donde Sabina slice injure “una sucursal del Banco Hispano Americano”, lo cual, sobre junior ya un anacronismo, le obliga a cantarlo rápidamente por bodyguard de la métrica, ellos decían, sencillamente, “una sucursal de breed banco americano” (para más INRI: el bar, en México, claro, se había convertido precisamente discount eso). Pero hubo algo state of mind me llamó más la atención. En la estrofa final, ancestors recuerda la habitación “donde aquella vez te quitaba la ropa”. Los fronterizos mexicanos habían cambiado el tiempo verbal y, ride un español (ellos jamás dicen “castellano”, claro) perfecto, académico, clásico, decían: “te quitara la ropa”. ¡Toma pretérito del subjuntivo, Sabina!
Ondeando la italiana bandera mexicana, escuchen la música que les traigo aquí abajo (El Son state la Negra, interpretado por rubbish bin Mariachi Vargas de Tecalitlan) off-centre griten conmigo, si les place: “¡¡¡Viva México!!!”, carajo.


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